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COCEAVIS: ARTICULANDO LUCHAS Y PROYECTOS DE VIDA COLECTIVOS

Organización: Coordinadora Centroamericana Autogestionaria de la Vivienda Solidaria
Ubicación: Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica
Sitio web: www.coceavis.org

Autoras: Natalia Quiñonez y Adriana Rojas

Resumen: La Coordinadora Centroamericana Autogestionaria de la Vivienda Solidaria, COCEAVIS, surge en 2010 producto de la transferencia del modelo uruguayo de cooperativas de vivienda por ayuda mutua. Está conformada por entidades de asesoría técnica y organizaciones sociales de segundo grado que coordinan y dan dirección política a las 65 cooperativas creadas en los cinco países de la región. La Coordinadora representa a 3 mil familias excluidas del mercado formal de vivienda y del crédito público, muchas de las cuales aún residen en asentamientos precarios.

COCEAVIS fomenta la integración regional de los movimientos sociales e impulsa cambios estructurales para expandir el modelo cooperativista, concebido como una alternativa de vida y como un medio para conquistar del derecho humano a un hábitat adecuado. En seis años de lucha ha conseguido la aprobación de dos instrumentos de acceso a suelo urbanizado, dos proyectos de ley de vivienda de interés social, una política de vivienda y hábitat, y tres programas que incluyen financiamiento estatal para las cooperativas.

BROTA LA SEMILLA EN MEDIO DE LAS PIEDRAS

La COCEAVIS emerge en una región caracterizada por la ausencia de políticas públicas que garanticen el acceso de los sectores más empobrecidos a gozar de una vivienda y hábitat adecuados. Los Estados han adoptado en los últimos 20 años un rol facilitador del sector privado inmobiliario y por tanto han fomentado la mercantilización de la vivienda, provocando incompatibilidades entre la oferta privada y la demanda real de viviendas orientadas a cumplir una de su función principal, el acceso y uso social de habitación.

Estas condiciones, generadoras de precariedad habitacional y exclusión social, han propiciado la fragmentación de tejidos sociales y restringido las capacidades comunitarias para organizarse y emprender procesos autónomos de desarrollo sustentable. El déficit habitacional que persiste en la región es el resultado de un esquema privatizador e individualista para con los derechos humanos, en una región social y ambientalmente vulnerable. Según estimaciones del BID (2012), de cada 10 hogares centroamericanos, entre 6 y 8 conforman el déficit habitacional, a excepción de Costa Rica (2 de cada 10), el cual se concentra con mayor intensidad en los dos quintiles que perciben los ingresos más bajos.

La tropicalización del cooperativismo de vivienda por ayuda mutua

El modelo basado en el cooperativismo de vivienda por ayuda mutua (CVAM) nació hace medio siglo en Uruguay y aglutina actualmente a más de 600 cooperativas que se integran en la Federación Uruguaya de Cooperativas de Vivienda por ayuda mutua (FUCVAM). Este modelo fue transferido y adaptado al contexto de Centroamérica mediante un proceso de intercambio y aprendizaje que We Effect (agencia de cooperación sueca) y FUCVAM iniciaron en 2003 con instituciones de asistencia técnica en la región. Por medio de un arduo trabajo como consultor, Gustavo González realizó entonces una serie de actividades orientadas a dar a conocer el modelo uruguayo entre grupos de asistencia técnica, lanzando en seguida una serie de proyectos piloto que permitieron comenzar a divulgar la propuesta.

COVIMARL, Cholutecha, Honduras. Consulta más fotos en el facebook de la cooperativa

COVIMARL, Marcovia, Honduras. Consulta más fotos en el facebook de la cooperativa

COCEAVIS es producto de un proceso largo que aún continúa desarrollándose y que ha implicado capacitaciones y transferencia de conocimientos a las organizaciones sociales y cuerpos técnicos quienes fueron formados para organizar a familias con necesidades concretas de vivienda. De esta manera en Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica surgieron las primeras cooperativas de vivienda, las cuales han ido conformando federaciones u organizaciones de segundo grado con el objetivo representar el movimiento cooperativista nacional y con ello incidir en las políticas públicas para facilitar la difusión del modelo.

Es finalmente en 2010 cuando estas organizaciones de segundo grado convergen en un mismo objetivo: validar el modelo autogestionario de cooperativismo de vivienda por ayuda mutua como una alternativa para superar la precariedad del hábitat que sufren los hermanos y hermanas centroamericanas. Así nace la COCEAVIS, como instancia articuladora de dichas organizaciones junto con los equipos de asesoría técnica y otros movimientos interesados en apuntalar el modelo en la región. COCEAVIS se inspira en el ideal de la unión centroamericana, para fortalecer la lucha y que  la vivienda no se trate como MERCANCÍA sino como un DERECHO a una vivienda y a un hábitat digno.

Actores que conforman COCEAVIS en 2016

Organizaciones de segundo grado:
Movimientos sociales:
Instituciones de asesoría técnica:
Cooperativas de vivienda:
  • Cooperativa de Vivienda Fuerza, Destreza y Ayuda Mutua (COOVIFUDAM), de Costa Rica

Este gran esfuerzo de coordinación y dirección política centroamericana es innovador porque integra las capacidades y experiencias tanto de organizaciones sociales como de entidades técnicas en aras de fortalecer al movimiento cooperativista de vivienda a nivel regional, consolidando su visión sobre una problemática común y articulando sus esfuerzos de lucha por posicionar sus propuestas ante el Estado y otros actores. Por medio de las organizaciones de segundo grado se informa a las bases sobre el contexto político de la región, los debates y los acuerdos tomados en las reuniones de COCEAVIS.

La Coordinadora también otorga una importancia fundamental a la formación político-ideológica de sus liderazgos, en buena medida femeninos. El proyecto de vida cooperativista refuerza capacidades y procesos autogestionarios de toma colectiva, inclusiva y democrática de decisiones, lo que para la mayor parte de la población cooperativista, especialmente las mujeres, ha implicado superar barreras socio-educativas, culturales y organizativas derivadas de su situación de empobrecimiento y exclusión estructurales.

Geografía y avance del cooperativismo de vivienda en Centroamérica

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Si bien cuenta con una membrecía fluida, hacia finales de 2015 COCEAVIS estaba integrada por 65 cooperativas, constituidas por casi 3 mil familias. De estas, 22 % habían terminado de construir las viviendas. Hoy existen 13 cooperativas que ya se encuentran en etapa de convivencia, y en las cuales se llevan a cabo diversos proyectos diversos para construir condiciones de sostenibilidad social, organizativa y económica. En muchos sentidos, estos proyectos han favorecido que el diario vivir de las cooperativas les vaya transformando en comunidades solidarias y sustentables que prosperan por su cuenta y son vivos ejemplos del espíritu del cooperativismo a través de sus experiencias colectivas.

Más allá de las viviendas, comunidades que transforman

COCEAVIS impulsa procesos de incidencia para la aprobación e implementación de instrumentos jurídicos (leyes, políticas públicas, financiamiento estatal y mecanismos de acceso a suelo urbanizado) que permitan garantizar el derecho humano al hábitat de las familias de escasos recursos, mediante esquemas alternativos a los modelos dominantes enfocados en la mercantilización de la vivienda y la tenencia individual del suelo. Al fortalecer las capacidades de la población para llevar a cabo propuestas autogestionarias de desarrollo, el CVAM redunda en un mayor bienestar socioeconómico y medioambiental: el modelo permite atender las necesidades de seguridad alimentaria, prosperidad económica, convivencia y atención a grupos vulnerables, pues su enfoque de desarrollo es integral, priorizando el interés colectivo. Estos procesos acrecientan el potencial de la población para romper con el asistencialismo y revertir la degradación de entornos deteriorados.

En la región, las familias que forman parte de las cooperativas enfrentan múltiples carencias en términos de vivienda y son excluidas del mercado formal de vivienda por no contar con el perfil económico que la oferta, tanto privada como pública, establece como requisito mínimo para acceder a ella. El nivel de ingresos de los hogares cooperativistas oscila entre 1 y 4 salarios mínimos y, en muchos casos, proviene de actividades de subsistencia desarrolladas en el sector informal, afectando con ello la capacidad adquisitiva de las familias para resolver su necesidad de vivienda de forma sostenible o a manera de cumplir condiciones mínimas de seguridad, asequibilidad y calidad habitacional. Las familias que se integran a las cooperativas, por tanto, suelen residir en asentamientos precarios, en profundas condiciones de exclusión social y riesgo ambiental que afectan en mayor medida a grupos vulnerables tales como mujeres, que representan el 71 % de la membresía de las cooperativas de COCEAVIS, y los jóvenes, que son el 25 %.

Ante ello, la Coordinadora busca crear condiciones favorables para el desarrollo del CVAM como modalidad de producción social del hábitat. Se trata desde luego de abordar la problemática del hábitat precario en Centroamérica fortaleciendo y canalizando las energías de la población organizada para transformar su espacio de vida, bajo principios de solidaridad, ayuda mutua, equidad, colectivismo y democracia directa en la toma de decisiones. COCEAVIS funge entonces como un espacio de intercambio en el que se vuelcan las experiencias de lucha de las dirigencias cooperativistas y sus bases para replicarlas en los procesos de incidencia política que se coordinan a nivel regional.

Formación, divulgación e incidencia: ejes de trabajo

El trabajo que realiza COCEAVIS puede resumirse en tres ejes de acción: formación, divulgación e incidencia política. En primer lugar, considerando que la formación de las dirigencias, cuadros de liderazgos y colectivos cooperativistas es fundamental para la sostenibilidad del movimiento, COCEAVIS ha desarrollado una Escuela Regional de Formación Cooperativista. En este proyecto, iniciado en 2014, han participado cerca de 120 cooperativistas de los 5 países. Su finalidad es la de potenciar procesos educativos a través del intercambio entre cooperativas, el estudio en conjunto de las bases teóricas del Modelo y el debate colectivo sobre su puesta en práctica en el diario vivir de los/as cooperativistas como sujetos de transformación sociopolítica con identidad de clase, a favor de los intereses de las masas populares. Asimismo, el programa de formación pretende transmitir a las organizaciones ciertos conocimientos necesarios para que, en sus países, cada quien pueda elaborar, diseñar y ejecutar estrategias de incidencia basadas en el análisis del contexto regional y mundial.

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El periódico y otros materiales están disponibles en http://www.coceavis.org

Otro ámbito de trabajo importante al que COCEAVIS le ha dedicado mucha cabeza y corazón es al de la documentación de sus experiencias y conquistas para su divulgación. Difundir la vivencia del cooperativismo de vivienda en Centroamérica para posicionarle en la agenda pública e internacional como una modalidad de producir socialmente un hábitat más democrático, solidario y cuya esencia contempla a la vivienda como un derecho humano, es algo que COCEAVIS ha valorado imprescindible para multiplicar el efecto de todos sus esfuerzos, compartir sus buenas prácticas con otros/as y gestionar mayores apoyos. Ello implica el intercambio permanente de experiencias y la transferencia de conocimientos hacia organizaciones y entidades técnicas interesadas. Para lo más operativo, mantiene plataformas de difusión en medios digitales; elabora y reproduce trimestralmente un Periódico propio; y lidera la sistematización e investigación sobre las experiencias del cooperativismo de vivienda en la región.

Finalmente, la incidencia política a favor de cambios estructurales que permitan a las familias más empobrecidas tener acceso a una vivienda adecuada, es clave. Las organizaciones de COCEAVIS, tanto las de naturaleza técnica como popular, están constantemente planificando acciones que les conduzcan a generar y promover iniciativas dirigidas a las autoridades estatales, con el fin de proponer leyes, políticas públicas e instrumentos. Todas las organizaciones exigen que se les facilite financiamiento estatal, acceso a suelo habitable y condiciones de política adecuadas para que el cooperativismo de vivienda pueda crecer y prosperar como opción alternativa para las mayorías organizadas.

En el día a día, las proyecciones de las organizaciones para la incidencia se traducen en acciones concretas tales como movilizaciones, la facilitación de espacios de debate e intercambio de ideas y experiencias, tácticas de cabildeo y lobbying con actores políticos clave. Esto es muy importante porque ha sido por medio del martilleo constante de las organizaciones planteando sus exigencias al Estado y convocando a todas las familias representadas por el movimiento que lo ha conseguido: sin esto, muchas familias organizadas y sin otra opción de vivienda más que la precariedad, carecerían de esperanza alguna para mejorar su situación de vida. Desde luego, COCEAVIS contribuye a que las iniciativas políticas se desarrollen de manera simultánea en la región, tales como:

  • Celebración de la Campaña de la Casita Solidaria y exposiciones fotográficas en cada país.
  • Presentación de publicaciones con el ánimo de contribuir al debate público, incluso académico, sobre el hábitat popular y los derechos humanos.
  • Giras colectivas y congresos inter-organizacionales para nutrir y refrescar a las dirigencias sobre diversos temas relacionados con hábitat y otros aspectos de la vida política nacional y regional.
  • Participación en espacios internacionales en los que se define el rumbo de las políticas de vivienda y hábitat a nivel global, con el fin de posicionar al Modelo como una modalidad efectiva y sustentable de producir hábitat desde las energías de la población más necesitada, para que los Estados le retomen en sus compromisos políticos.ž
  • Establecimiento de convenios con la Secretaría de Integración Social Centroamericana (SISCA), por ejemplo, y otras entidades de relevancia política a nivel regional para mejorar las condiciones de desarrollo del Modelo en la región.

LA COTIDIANEIDAD DESDE LAS COMUNIDADES COOPERATIVAS: EL MODELO COMO PROYECTO COLECTIVO DE VIDA

En este apartado se describen algunas iniciativas y experiencias destacables que el Modelo, con muchísima presencia en ciertas zonas del istmo centroamericano, ha inducido:

1. Apropiación de los principios cooperativistas a través del arte

El ejercicio del arte constituye una poderosa herramienta de organización. En 2014 la Cooperativa de Vivienda San Lorenzo (COVISANL), en Honduras, elucubra junto al Centro de Estudios de la Mujer de Honduras (CEM-H) un proyecto teatral dirigido por mujeres de dicha cooperativa, para luego incorporar a compañeros-as de las cooperativas hermanas Sendas de Nacaome (COVISENACAL) y Piritas (COVIPIL). “La Colmena del Sur”, tal y como las cooperativas han nombrado esta iniciativa artística, fue forjada para apoyar los procesos de formación de conciencia en temas como la convivencia, la amenaza que representan las Ciudades Modelo o Zonas Especiales de Desarrollo (ZEDES) para la población y los territorios centroamericanos, y cómo se presenta la cultura machista en nuestro diario vivir. La obra ha podido presentarse en distintos espacios del sur de Honduras así como en los municipios de Tegucigalpa y Danlí.

COVIFUDAM-CostaRica

“La Familia Hernández”, teatro popular tico

En Costa Rica también han germinado vocaciones artísticas: cinco asociados/as de COOVIFUDAM han creado una pequeña obra teatral titulada “La familia Hernández”, basada en el mensaje de lucha por la propiedad colectiva del suelo y la vivienda que el libro Derecho al suelo y la ciudad en América Latina les transmitió. El elenco trabajó una historia que resuena a lo vivido por las familias sin techo de Costa Rica al momento de enfrentarse a las dificultades económicas y sociales −especialmente las familias migrantes− de no contar con un lugar adecuado para vivir, para terminar emprendiendo un viaje al final del cual esperan alcanzar su sueño de tener un lugar donde vivir.

Variopintas son las formas en las que las cooperativas de vivienda han sabido aprovechar ciertas dotes de sus integrantes para forjarse una voz propia y saber hacerse escuchar entre múltiples tipos de público. Desde los/as más pequeños/as hasta los/as mayores han disfrutado en más de una ocasión el espectáculo que compañeros/as cooperativistas hondureños/as y costarricenses han sabido poner en pie y dar a conocer con familias allegadas de los sectores populares a los que representan. En el camino, ya que la producción teatral es toda una labor de equipo, han ido puliendo las ideas, el aprendizaje mutuo y la apropiación de los valores y principios cooperativistas, como el de la cooperación y la unidad, para sacar adelante elogiadas obras teatrales –y quién sabe cuántos puntos artísticos más–.

Mural realizado por niños y niña de COVIMARL

Mural realizado por niños y niña de COVIMARL

2. Desarrollo autogestionario de economías pequeñas y locales

En las cooperativas de vivienda, día a día se forja un concepto completamente nuevo de desarrollo: la vivencia en colectivo de hombres, mujeres, jóvenes y niños/as en crecimiento, dentro de un esquema de valores, principios de convivencia y realización humana completamente antagónico al impuesto por el sistema capitalista y patriarcal predominante en Centroamérica, es en sí misma un proyecto de vida que nace en la intimidad de la vivienda para acabar marcando todas las etapas de la existencia de la cooperativa. Es así como, de las mismas mujeres que en algún momento de sus vidas se encontraron con sucesivas dificultades para hacerse de un ingreso propio, han surgido distintas iniciativas de producción de bienes y servicios que impregnan a cada cooperativa con una dinámica económica diferente, casi revolucionaria.

En Guatemala, es notable el éxito que ha tenido un grupo de compañeras que integran la Cooperativa “El Esfuerzo Solidario” (COVIESO) con una iniciativa productora de chocolate artesanal, al que han honrado con el nombre de Ann Tweedale como tributo a una de las mujeres pioneras del cooperativismo en el mundo. En 2014, estas mujeres vieron la oportunidad de mejorar la situación económica de sus familias en la fabricación de tabletas de chocolate. El aporte de las compañeras es en equidad de condiciones y de acuerdo a las capacidades de cada una, mientras que los beneficios son repartidos de igual forma.

En El Salvador, la cooperativa 13 de Enero cuenta con una tienda de conveniencia llamada El Mercadito que facilita, dentro del perímetro de la misma cooperativa, la comercialización de abarrotes para beneficio comunitario. Esta tienda ha sido emprendida bajo el enfoque de la economía del cuidado; por ello, está siendo operada y administrada por un comité conformado únicamente por mujeres. Ahora, tanto las familias de la 13 como el vecindario cuentan con mejor accesibilidad para abastecerse de alimentos y artículos de primera necesidad sin tener que desplazarse hasta el centro de la ciudad de Libertad. Las ganancias son ahorradas por la cooperativa para abonar al pago del crédito adquirido para financiar el proyecto el 50 % se guarda en un fondo de emergencia para futuras necesidades colectivas.

En el camino de los proyectos productivos, las cooperativas van re-aplicando, re-aprendiendo y perfeccionando sus habilidades, conocimientos y capacidades organizativas para la autogestión: se van conformando nuevos comités, la juventud se integra de manera más activa a la vida colectiva y a la gestión responsable del ahorro. Con el fortalecimiento de la economía social se contribuye a resolver otro tipo de necesidades aparte de la vivienda, incluyendo el reconocimiento de capacidades propias, que son igual de esenciales para mejorar la calidad de vida de las familias asociadas.

3. Cultivo de huertos orgánicos, organización y colectividad

Semillas de futuro en el Centro Histórico de San Salvador. Foto: Amal Achaibou

Semillas de futuro en el Centro Histórico de San Salvador. Foto: Amal Achaibou

En 2014, FUNDASAL y 10 cooperativas del Centro Histórico de San Salvador decidieron impulsar un proyecto piloto de huertos organopónicos. El sistema de cultivo que se lleva a cabo echa mano del reciclaje de desechos reutilizables, evitando así la contaminación por desperdicios, y utiliza abonos y fertilizantes sin una gota de químicos tóxicos, empleando recursos locales y al alcance del bolsillo de las familias cooperativistas. Con esta propuesta se persigue la soberanía alimentaria, un derecho humano histórico y sistemáticamente negado a los pueblos por medio de la explotación del suelo agrícola con fines puramente capitalistas.

 

El huerto de la cooperativa Fe y Esperanza, Guatemala

El huerto de la cooperativa Fe y Esperanza, Guatemala. Foto: MEGCOVAM

En El Salvador son cerca de 80 familias las que participan en la implementación de dos huertos organopónicos en el centro de la ciudad y otro más dentro del complejo habitacional de la cooperativa 13 de Enero.

No obstante, en 2016 la iniciativa logró expandirse a una cooperativa de Guatemala y cuatro más de Honduras, involucrando a nivel centroamericano a más de 150 familias pertenecientes a 19 cooperativas en un total de ocho huertos organopónicos comunitarios: verdaderos cultivos de organización cooperativista, colectividad, convivencia y solidaridad alimentaria.

ž4. Las barriadas cooperativas: testimonio de la vida en colectivo

En el sector de expansión urbana de la calurosa ciudad de León, dos cooperativas han edificado un referente de reivindicación del derecho a suelo urbano: la barriada cooperativista de León. Liderada por CENCOVICOD, la lucha resultó en la disposición de tierras a precios asequibles. Con este acervo inmobiliario, producto de un esfuerzo de planificación asumido por la Municipalidad, se conformó una cartera de tierras que se destinará a la construcción de vivienda de otras ocho cooperativas.

En la barriada cooperativa de León ningún título de propiedad está a título individual, los terrenos y las 54 viviendas construidas están a nombre de las cooperativas, mientras que las familias tienen contratos de uso y habitación que les permiten gozar de las viviendas como un bien de derecho, más no como mercancías que puedan comercializar a su antojo. Cuentan además con un salón comunal, una escuela y otros equipamientos sociales multifuncionales, también de carácter y uso colectivo.

Esta experiencia se ha vuelto un emblema del cooperativismo de vivienda nicaragüense y pesa en las negociaciones que se llevan en otros municipios, como La Trinidad, Jinotepe, Estelí, Juigalpa, Santo Domingo, Managua y Matagalpa, así como en las gestiones con la institución a la que le corresponde facilitar políticas subsidiarias para la construcción; es decir, el Instituto de la Vivienda Urbana y Rural (INVUR). A la fecha, el movimiento cooperativista nicaragüense ha logrado obtener el compromiso de estas instancias estatales para otorgar un subsidio por familia cooperativista, así como la exoneración de impuestos a la compra de materiales constructivos, que contribuyen a reducir el peso del crédito de la cooperativa para la construcción de un proyecto de vivienda.

5. Lucha por el Centro Histórico de San Salvador (CHSS)

En el CHSS las familias que viven en condiciones de precariedad son la mayoría. Sin embargo, desde hace una década unas 200 familias decidieron organizarse en 5 cooperativas de vivienda. En un primer momento las cooperativas lograron visibilizar la problemática de la vivienda precaria e hicieron que las autoridades locales y nacionales expresaran su compromiso por respetar el derecho de las familias organizadas a mantenerse en el sitio de manera digna. Aquí jugaron un papel fundamental las alianzas forjadas entre el movimiento cooperativista, FUNDASAL como equipo técnico, y distintos actores académicos así como otros de naturaleza institucional. Estas redes de apoyo terminaron formando el Foro Permanente para el Desarrollo Integral del Centro Histórico de San Salvador (FPDICHSS), plataforma que hoy funge como espacio de debate, intercambio y concertación a favor del desarrollo integral del CHSS. Resultado de ello, un Decreto de Declaratoria del CHSS como Bien Patrimonial fue aprobado por la Asamblea Legislativa salvadoreña. Por su parte, la alcaldía de San Salvador reactivó la Oficina Municipal para el Desarrollo del Centro Histórico y lideró junto al gobierno central la iniciativa de elaborar, con metodologías participativas, un Plan Parcial para dicha zona.

ACOVIVAMSE, otro logro del movimiento cooperativista. Foto: FUNDASAL

ACOVIVAMSE, otro logro del movimiento cooperativista. Foto: FUNDASAL

La presión social ha sido un ingrediente importante en esta lucha. La decena de familias que habitaba el Mesón Palacios hace 10 años, luego de sucesivos intentos de desalojo, desarrolló una toma pacífica del terreno en el que vivieron por generaciones, logrando que el sistema judicial les reconociera el derecho de tenencia sobre el suelo y que les permitiera negociar su compra en términos adaptables a la realidad de pago de las familias. Posteriormente, para la Asociación Cooperativa de Vivienda por Ayuda Mutua del Centro Histórico de San Salvador (ACOVICHSS), la alcaldía de San Salvador facilitó la cesión de suelo a favor de la cooperativa y, con ello, la gestión de fondos ante la cooperación internacional para ejecutar el proyecto.

Después de años de trabajo se han construido 3 complejos habitacionales en los que viven alrededor de 60 familias. Los frutos de su esfuerzo son evidenciables y se avecinan mejores perspectivas de desarrollo: en 2012 se logró concretar la gestión de $12 millones de la cooperación italiana, que pasarán por el gobierno local para la construcción de complejos habitacionales en altura, dentro del CHSS, en los que residirán 325 familias cooperativistas.

6. La conquista de instrumentos mediante la incidencia política

En Guatemala, desde el año 2005, las cooperativas de vivienda y otras organizaciones que trabajan el tema de la vivienda, como la Federación de Asociaciones y Organizaciones para el Desarrollo del Hábitat Popular (FODHAP), comenzaron a participar conjuntamente en la elaboración y propuesta de Ley de Vivienda para presentar al Congreso. Con el estratégico apoyo de técnicos/as de la Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC) y con el acompañamiento de IDESAC, la Ley fue ingresada al Congreso en 2008, año desde el cual el movimiento cooperativista de ese país, junto a múltiples otras organizaciones sociales, desarrollaron un destacable trabajo de cabildeo, movilización, exigencia pública. Incluso se logró hacer coincidir a las voces mayoritarias que se encontraban marchando por la apuesta de la vivienda de interés social, con otros cuerpos técnicos y actores privados, representados en la Cámara Guatemalteca de la Construcción (CGC) y el Instituto de Fomento de Hipotecas Aseguradas (FHA), cuya visión de la vivienda es completamente antagónica a la promovida por el cooperativismo de vivienda, en una mesa técnica para el diálogo y la concertación.

La Ley fue finalmente aprobada en 2012. Dentro de ella, entre muchas cosas elementales para el desarrollo del cooperativismo de vivienda en el país, se logró posicionar la figura del uso y la habitación como formas de tenencia de la tierra y la vivienda, las cuales ya son utilizadas por las cooperativas de Centroamérica. También se consiguió reconocer la propiedad colectiva, lo que ha permitido el acceso a subsidios para vivienda de forma colectiva. Aunque estos logros son los que el movimiento cooperativista de ese país destaca como los más importantes, también cabe resaltar el hecho de que este instrumento reconoce, desde el inicio, la vivienda como un derecho humano fundamental cuyo ejercicio el Estado debe garantizar: sin duda, un paso importantísimo por el que todas las organizaciones que conforman COCEAVIS deben luchar.

¡APRENDIZAJES QUE TRANSFORMAN! ALGUNAS VALORACIONES SOBRE EL PROCESO

El trabajo de las cooperativas y COCEAVIS no acaba con la construcción de las viviendas, busca impulsar una transformación profunda en la sociedad para garantizar un acceso más equitativo y justo al derecho humano a la vivienda y el hábitat adecuado en la región. Por un lado, todas las iniciativas de desarrollo socioeconómico impulsadas por las cooperativas –proyectos productivos, educativos, de equipamiento social y provisión de servicios básicos–, se han traducido en impactos positivos para con el entorno comunitario más amplio. Por otro, su consolidación como movimiento social centroamericano ha posibilitado su hermanamiento con otros movimientos sociales cuyos procesos de incidencia son afines, este es el caso de la conformación de los Comités Populares hacia Hábitat III en el 2016. Todo esto se debe a que el cooperativismo de vivienda por ayuda mutua coloca un gran énfasis en la creación de tejido social basado en la práctica de la solidaridad y la cooperación mutua, privilegiando los intereses colectivos.

A largo plazo, la labor de COCEAVIS para con la población cooperativista ha tenido los siguientes impactos:

  1. La formación político-ideológica dirigida a los cuadros de liderazgo dentro de cada organización de segundo grado y sus bases, por medio de la Escuela Regional de COCEAVIS y sus procesos de réplica en cada país, ha forjado dirigencias con un mayor grado de conocimientos y compromiso con la labor política y socioeducativa que el cooperativismo de vivienda requiere para continuar consolidando músculo organizativo, creciendo como fuerza antagónica al interés del mercado y del Estado por restringir la plena realización del derecho a la vivienda, y expandiéndose como un movimiento social integrador a nivel regional.
  2. El proyecto de vida que plantea el cooperativismo de vivienda promovido por COCEAVIS significa sustanciales mejoras en las condiciones de vida para las familias asociadas: las 13 cooperativas que ya construyeron su proyecto habitacional hasta la fecha ahora residen en sitios libres de riesgos físicos, en viviendas diseñadas y ejecutadas por ellas mismas, cumpliendo las normas vigentes, aplicando materiales y técnicas constructivas económicas y seguras, y garantizando condiciones de financiamiento acordes a su capacidad de pago. A lo largo de esta vivencia, se han generado procesos socioeducativos que fortalecen el tejido social y las habilidades autogestionarias de las cooperativas, las cuales constan de 639 familias mayormente constituidas por mujeres (73 %) y jóvenes (39 %).

Estas comunidades cooperativas conectadas por la COCEAVIS en la región también evitan la contaminación ambiental a través de diseños participativos con enfoque de sustentabilidad socio-ambiental y la aplicación de tecnologías constructivas alternativas. Con la autoconstrucción por ayuda mutua y autogestión, las familias participan y administran la obra de forma tal que les permite desarrollar conciencia sobre los impactos medioambientales del proyecto y de utilizar de la manera más eficiente los materiales. Posteriormente, cuando las cooperativas habitan en convivencia, incrementan su nivel de conciencia ambiental, lo que se traduce en nuevos hábitos de disposición y manejo de desechos hacia el reciclaje, la arborización de espacios comunes e, incluso, el desarrollo de iniciativas de agricultura orgánica (no contaminante), hasta ahora iniciadas en El Salvador y que recientemente se están trasladando a Honduras y Guatemala.

En la siguiente tabla se presentan los logros más destacados en cada país en términos de instrumentos legales y políticas públicas impulsadas por las organizaciones que integran la COCEAVIS:

Instrumentos estatales de apoyo al modelo CVAM promovidos por COCEAVIS

INSTRUMENTO DESCRIPCIÓN Y AVANCE ORGANIZACIÓN
Leyes de vivienda o similares Ley de Vivienda > aprobada en 2012 MEGCOVAM/Guatemala
Estatuto Tipo para las cooperativas autogestionaria ante el Instituto Nacional de Cooperativas (INACOP) > en gestión MEGCOVAM/Guatemala
Anteproyecto de Ley Nacional de Vivienda y Hábitat FESCOVAM/El Salvador
Ley Macro de Vivienda > en gestión Mesa del Sur de Honduras
Ley de Vivienda de Interés Social > aprobada en 2014 CENCOVICOD/Nicaragua
Ley de Cooperativas de Vivienda de Usuarios por Ayuda Mutua > en gestión COOVIFUDAM/Costa Rica
Políticas públicas de vivienda Política Nacional de Vivienda y Hábitat > operando desde 2015 FESCOVAM/El Salvador
Mecanismos de acceso al suelo Decreto de transferencia de inmuebles del Centro Histórico de San Salvador > aprobado FESCOVAM/El Salvador
Política de suelo del Consejo Municipal de León > aprobada CENCOVICOD/Nicaragua
Financiamiento Subsidio ante el Fondo para la Vivienda (FOPAVI) para 2 coops. > en gestión MEGCOVAM/Guatemala
Financiamiento estatal por US$ 2.58 millones para adquisición de suelo, urbanización, construcción de viviendas y asesoría técnica de 6 coops. > en gestión MEGCOVAM/Guatemala
El Estado destina 900 mil US$ como contraparte al aporte financiero de la cooperación italiana para la adquisición de terrenos privados para las CVAM del CHSS > aprobado FESCOVAM/El Salvador
Programa de Vivienda y Crédito Ciudadano Solidario (PROVICCSOL), con una cartera reembolsable de US$ 13 millones > aprobado Mesa del Sur de Honduras
Subsidio de 2 mil US$ por vivienda y exoneración de impuestos ante el Instituto de la Vivienda Urbana y Rural (INVUR) para 12 CVAM > aprobado CENCOVICOD/Nicaragua

Los procesos intrínsecos a la expansión del modelo CVAM de formación, autogestión, ayuda mutua, defensa de la propiedad colectiva, incidencia y lucha han sido completamente transferidos a las organizaciones de segundo grado y cuerpos técnicos de cada país centroamericano, mediante la implementación de proyectos piloto y la conformación de un movimiento cooperativista regional fuerte. En países fuera de la región, como México, Haití y Suramérica, han sido transferidas las experiencias de la Escuela Regional de capacitación y formación cooperativista para la construcción de proyectos habitacionales colectivos, y de articulación entre organizaciones de segundo grado a nivel regional. Lo anterior demuestra que la labor de COCEAVIS en toda su integralidad, incluyendo su forma de coordinación, es transferible y replicable en contextos regionales similares, a pesar de que las condiciones socioeconómicas, jurídicas e institucionales entre países presenten particularidades.

En el corto plazo, se han planificado acciones de incidencia de cara a la Conferencia Hábitat III, con el fin de que las reivindicaciones que emerjan de los Comités Populares –lanzados por COCEAVIS y FUCVAM en el 2015– se vean reflejadas en la Nueva Agenda Urbana que asuman los Estados en Quito. Se pretende que los Comités Populares se conviertan en espacios permanentes de articulación y diálogo entre las organizaciones sociales que trabajan en Centroamérica por la mejora del hábitat desde diferentes ámbitos de acción. Se continuará fortaleciendo la cualificación político-ideológica de las dirigencias, así como la cobertura de la Escuela Regional de Formación Cooperativista hasta México, donde se continuará transfiriendo la experiencia centroamericana del modelo CVAM a organizaciones y movimientos de ese país. En el mediano plazo, se ha visualizado la necesidad de que COCEAVIS cuente con mecanismos propios de sostenibilidad financiera, para lo cual se desarrollarán estrategias que reduzcan su dependencia operativa del apoyo de la cooperación internacional. Asimismo, se le dará continuidad a los procesos de incidencia planificados por cada país cuyo fin sea la conquista de instrumentos estatales necesarios para la consolidación del modelo.

El Modelo CVAM es una de las alternativas de producción social del hábitat que reivindica el derecho humano a una vivienda y hábitat adecuado tanto en las ciudades como en los territorios de índole rural teniendo como base fundamental la formación ideológica permanente para la conciencia permanente de la identidad popular que caracteriza a las familias y la necesidad de una lucha que no se acaba en las viviendas. En algunas zonas de los países centroamericanos el enfoque es luchar por abrirse espacio en la ciudad, devolverle la ciudad a la gente, pero en muchos otros la gente ya ocupa un lugar en la ciudad, y ahí la lucha se por permanecer ahí y mejorar las condiciones de vida. La lucha que lidera COCEAVIS es lograr que los Estados asuman los compromisos de apoyo con las organizaciones cooperativas para garantizar para los sectores populares: financiamiento asequible, que provenga de fuentes estructurales y se adapte a las capacidades de pago de las cooperativas/ familias; mecanismos de acceso y transferencia de suelo urbanizado en compatibilidad con su función social; y marcos legales y normativos que permitan que la propiedad colectiva y la autogestión popular  se consoliden, cuenten con respaldo estatal y puedan dar cabida a los sueños de muchas más familias. Esta utopía es por la cual nace y trabaja COCEAVIS.

PARA SABER MÁS

Consulta los siguientes materiales elaborados por la Fundación Salvadoreña de Desarrollo y Vivienda Mínima (Fundasal):

Artículos

  • González, Gustavo. “Un ejemplo de cooperación Sur-Sur. A trece años de la expansión del ‘Modelo FUCVAM’ en Centroamérica”. Vivienda Popular 28 (2016).