Durante los días 12 y 13 de abril se llevó adelante el Encuentro Federal “Hábitat y Territorio” que contó con la participación de “representantes de organizaciones sociales, pymes, académicos, medios de comunicación y diversas comunidades” para “generar acuerdos sobre puntos indispensables en la construcción de una política federal de hábitat”. Desde esta perspectiva multiactoral se abordaron múltiples dimensiones para pensar en políticas sobre el hábitat y el territorio.
Desde el punto de vista económico se postuló la reactivación de la industria de la construcción como mecanismo de desarrollo económico. En un proceso que, para promover efectos redistributivos, requiere: integrar políticas de suelo, la incorporación de pequeñas y medianas empresas constructoras, así como cooperativas de trabajo en la construcción y en la producción de materiales. La propuesta se dirigió a incorporar el modelo de desarrollo nacional en el debate, que el modelo dominante ha estado siempre ligado a la construcción de desigualdades y al extractivismo.
Al abordar la comunicación de la política habitacional se enfatizó el valor de los trabajadores del Estado quienes sostienen las políticas públicas y cargan con una memoria institucional muy valiosa a la hora de gestionar las políticas de hábitat. Se denunció la deslegitimación que los trabajadores estatales están sufriendo en esta gestión a través de la utilización de mensajes mediáticos que desalientan el rol del estado y legitiman la gestión pública a través de agencias.
Se puntualizó en el desafío de construir una política nacional y popular en materia de hábitat y territorio desde la perspectiva de Derechos Humanos. Para ello, se propuso un debate que avance sobre las palabras, y formule herramientas en un proceso de fortalecimiento de una nueva mayoría. Un desafío que reúne a quienes luchan por las políticas de hábitat urbano con quienes luchan por las políticas de hábitat rural, ya que se trata de procesos que están íntimamente vinculados en el desarrollo del territorio.
Desde el punto de vista de la gestión, se manifestó la relevancia de herramientas de intervención estatal. Lo que requiere promover la construcción de un conjunto de herramientas para intervenir en el mercado inmobiliario, intervenir en el manejo del suelo. De esta manera, se pretende recuperar de la ganancia de ese mercado, los recursos necesarios para llevar adelante las políticas habitacionales.
Se planteó la discusión sobre la seguridad de los barrios, proponiendo que la misma se encuentre dentro de la gestión de las organizaciones barriales, para garantizar la seguridad en el control social. También la necesidad de feminizar la política habitacional, para cambiar cómo vemos y construimos la ciudad, y nuestros pueblos.
Para la cuestión de las infraestructuras, saneamiento se propuso renovar la discusión y sacarla del ámbito de decisión de los dueños de grandes empresas. Esto implica: discutir el latifundio, discutir el monocultivo de soja, discutir contra los diseños de infraestructura a favor del movimiento de mercaderías de exportación.
Sobre la política de transparencia, se propuso generar un registro público de tierras, y un registro nacional de accionistas, como instrumentos que les permitan a las organizaciones conocer a los actores que están operando bajo el anonimato de las sociedades, en los desalojos, en las compras de tierra rural para el desarrollo de countries, etc.
Se abordó también la experiencia de la autogestión en las políticas habitacionales, mediante procesos económicamente rentables, de generación de trabajo, de capacitación, de fortalecimiento en la participación de las mujeres, y de calidad habitacional.
Desde Proyecto Habitar participamos en el encuentro exponiendo las preocupaciones que recogemos diariamente de nuestra práctica militante-académica-profesional, con ánimos de reunirnos en reflexiones sobre los problemas transversales de la sociedad, y desde allí construir acuerdos sobre las políticas de gestión del hábitat y el territorio.
Enumeramos aquí algunos puntos trabajados:
– La perspectiva de género en el desarrollo de políticas habitacionales.
– El problema de la gestión de los residuos urbanos y el derecho a un ambiente sano.
– El impacto de la inflación en la política pública habitacional y en las precarias condiciones laborales en las que trabajamos.
– El rol de la Universidad como ámbito de debate y construcción de políticas habitacionales.
– La perspectiva relacional de la política urbana, que comprende integrados pares que habitualmente se fragmentan (riqueza-pobreza; formalidad-formalidad; etc.)
Entendemos necesarios estos espacios, en los que nos reunimos desde las diversas experiencias territoriales, desde donde evidenciamos la injusticia y la desigualdad, para construir democráticamente una plataforma de problemas y de propuestas que enfrenten en cada acción y en cada contexto la expresión particular de la opresión.