Estructuras de gobernanza de ONU Hábitat: propuesta para una mayor participación de las partes interesadas

¿Qué es?

El Grupo de Trabajo Voluntario sobre el Mecanismo Institucional, del que forman parte la Coalición Internacional para el Hábitat y la Red por el Derecho a la Vivienda y a la Tierra (HIC-HLRN), desarrolló una propuesta de Junta Asesora de Partes Interesadas de Hábitat que sirva para reunir a los/as representantes de los diversos grupos de interesados/as directos/as con el Consejo Ejecutivo (CE) de ONU-Hábitat al menos una vez al año. Esto se reflejaría en las decisiones del CE, así como en la Asamblea de ONU-Hábitat y daría lugar a que dicho programa tuviese una cooperación continua con las partes interesadas a todos los niveles en la aplicación de la Nueva Agenda Urbana.

Actores clave

ONU-Hábitat es el Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos, cuya misión es promover el desarrollo de asentamientos humanos social y ambientalmente sostenibles, así como una mejor calidad de vida para todas las personas en las ciudades y comunidades (onuhabitat.org).

Desde 1978, esta agencia se encarga de abordar los problemas del crecimiento urbano y actualmente cuenta con oficinas en más de 90 países. Tiene cuatro objetivos: la desigualdad espacial y la pobreza; la prosperidad compartida; la acción climática y el entorno urbano; la prevención de las crisis y la respuesta a ellas.

¿Por qué?

Actualmente, la estructura de gobernanza se conforma por la Asamblea para el Hábitat de las Naciones Unidas, el Consejo Ejecutivo y el Comité de Representantes Permanentes. La Asamblea se compone de 193 Estados miembro de la ONU que se reúnen cada cuatro años en la oficina principal de ONU-Hábitat en Nairobi, Kenia; el Consejo Ejecutivo se compone de 36 Estados miembro de la ONU seleccionados por la Asamblea y se reúne tres veces al año; mientras que el Comité se reúne cada dos años.

La primera reunión de las tres partes se realizó en mayo de 2019, después de que la Asamblea General de la ONU disolviera el Consejo de Gobierno y se convirtiera en Asamblea para el Hábitat de las Naciones Unidas en diciembre de 2018.

Como parte de la aprobación de la NAU, la Asamblea General de las Naciones Unidas resolvió que ONU-Hábitat revise sus estructuras de gobernanza y de participación de las partes interesadas, ya que actualmente el mecanismo para llevar a cabo esta necesaria interlocución permanece en ambigüedad.

En la propuesta se hace un revisión histórica sobre las tendencias de participación civil en distintas organizaciones de Naciones Unidas, cuyo origen se remonta a la primera Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Asentamientos Humanos (Vancouver, 1976) y en el proceso de negociación hacia la Agenda Hábitat, con un Plan de Acción que reconocía explícitamente el papel de los gobiernos locales y de grupos aliados de la sociedad civil y otros en su implementación. En el proceso de Hábitat II (1996) se observó un «derecho de participación» sin precedentes de los gobiernos locales y las organizaciones no gubernamentales en sus negociaciones, pero también se destacó su papel como partes clave en la ejecución de la Agenda. Sin embargo, esa experiencia no quedó institucionalizada y todavía no se ha establecido a nivel político dentro de ONU-Hábitat, simplemente se ha estancado.

¿Para qué?

ONU-Hábitat acompaña, asesora y promueve distintos programas de desarrollo urbano en todo el mundo. Por ejemplo, en México colabora con el gobierno federal para implementar los principales proyectos estratégicos del país como el Tren Maya, el corredor Transístmico y el Plan para el Desarrollo de Centroamérica, donde la ONU está convocada a apoyar a cuatro países en el tema de migración. Además de implementar el Índice de Prosperidad Urbana en 130 ciudades del país; y el programa de apoyo “Infonavit al frente de la Agenda 2030: la vivienda al centro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible”.

Asimismo, la ONU-Hábitat ha colaborado con los siguientes proyectos en la región de América Latina y el Caribe:

  • Caribe: Programa de apoyo para planeación y reconstrucción de barrios en Haiti; apoyo para transformar el sector de vivienda en Cuba.
  • Centroamérica: Consolidación de la paz en Guatemala a través de la prevención de la violencia y la gestión del conflicto (Urban development and management)
  • Hacia el mejoramiento barrial y una política de erradicación de barrios marginales en Costa Rica; Renovación urbana y asentamientos humanos en áreas que rodean las vías del tren en El Salvador: Fase I; estudio de prosperidad urbana en áreas metropolitanas de Centroamérica, bajo el Programa Centroamericano de Vivienda y Desarrollo de Hábitat Sostenible “VIDHAS” en El Salvador, Costa Rica y República Dominicana, inicialmente.
  • Sudamérica: Contribución al programa conjunto «Seguridad con ciudadanía en comunidades brasileñas”; Desarrollo integrado e inclusivo de las favelas de Río de Janeiro – The Rio+Social Programme; habilitar desarrollo sostenible territorial en el Estado de Pará, Brasil, concertando esfuerzos de sectores públicos y privados; apoyar el plan de desarrollo municipal “Construyamos Unidos Un Hogar Para La Vida” en Medellín, Colombia; implementar programa de Desarrollo Urbano Sostenible Para Niños Niñas Y Adolescentes en Colombia; eliminar la estratificación socioeconómica en ciudades colombianas; facilitar un nuevo plan de desarrollo urbano nacional en Argentina; apoyo al proceso de reconstrucción postsismo en Ecuador; mejoramiento barrial de redesarrollo integrado y planeación urbana integral en Cuenca, Ecuador; impulsar comunidades locales de solidaridad con migrantes y refugiados de Venezuela en Perú.

Un proceso y una relación de trabajo más inclusivos permitirían a las partes interesadas reanudar su participación sobre una base más sólida que fomente la confianza y el respeto mutuo. Hoy en día, parece natural que las organizaciones de las Naciones Unidas y sus respectivos órganos rectores escuchen y tengan en cuenta las voces de las partes interesadas, como la sociedad civil en su sentido más amplio, los gobiernos locales y el sector privado. Acercar a estas partes también mejoraría la comprensión mutua y permitiría establecer sinergias.

¿Cómo puedo apoyar la Campaña?

Queremos explicar por qué es importante que ONU-Hábitat revise sus estructuras de gobernanza y de participación de las partes interesadas garantizando una mayor participación de la sociedad civil, los gobiernos locales y el sector privada ¿nos ayudas?